“Una educación personalizante, un proyecto pedagógico para el siglo XXI”
Dina Cembrano.
“El hombre no puede resignarse a vivir sin crear. Y cuando digo crear no me refiero solo al arte… crear ha de ser, de modo fundamental, buscar maneras de vivir que ayuden a mejorar la vida de los millones de personas que viven hundidos en el horror. Ningún hombre tiene excusa para desligarse de esa responsabilidad.
Me indigna la tendencia actual al facilismo. En los oficios, en el aprendizaje, en la realización de las tareas, también en el arte…”
Docente del Diplomado Educación Personalizada de la U. Alberto Hurtado,
Directora del colegio San Francisco Javier de Huechuraba.
Creo en la fuerza y en la transformación que nos da el vivir con un ideal… Aquello que pusimos como meta, aunque no la hayamos llegado a cumplir, modificó nuestra alma, la moldeó y la expuso a la mirada de los demás…”
Ernesto Sábato, Antes del fin.
Iniciamos este apartado tomando un fragmento del libro de Ernesto Sábato, quién nos llama a no dejar de vernos y pensarnos a nosotros mismos y a nuestros estudiantes como personas en proyecto, en construcción permanente, singulares e irrepetibles, sociales y trascendentes en nuestra acción. En nuestro caso como docentes, siempre en camino de la búsqueda del diálogo y encuentro con la persona en nuestros estudiantes. Nos interpela llamándonos a ser y no sólo a estar en este país nuestro, a convertir el sustantivo en verbo en nuestro quehacer educativo, comprendiendo el currículum como “currere” como itinerario de ruta, como camino siempre abierto, acompañando a otros en la construcción de su persona, estando dispuestos a desaprender y aprender constructivamente de nuevas realidades, a asumir en definitiva la incertidumbre del quehacer educativo en lo cotidiano. Nos interpela a amar la persona humana por su fragilidad y coraje anónimo permanente. Es desde esta mirada que los invitamos a una primera aproximación de lo que actualmente comprendemos por “educación personalizada o personalizante”, cuyas bases y principios se comienzan a esbozar en tiempos remotos, la antigüedad medioeval en que aparece por primera vez citada una definición de “persona”.